Edición 8 de diciembre 2014, El Vocero de Puerto Rico
Por Andrés Bosa Matos
El refinanciamiento consiste en renovar tu préstamo hipotecario aprovechando beneficios que no estaban vigentes al momento en que solicistaste el mismo. Cabe destacar que a éste se le van a aplicar nuevos gastos de cierre y de transacción.
En la mayoría de los casos, la gente decide hacerlo para reducir sus pagos mensuales, cambiar el tipo de tasa de interés, eliminar algún seguro, para hacerle mejoras a la residencia con el dinero de equidad, entre otras cosas.
Pero es importante que comprendas la dinámica de este proceso. Por ejemplo, si llevas 5 años haciendo un pago mensual de $594 en una propiedad que costó $85,000; que fue financiada a un 7.5% de interés y que aún debes $80,000 de principal; puedes refinanciar ese balance a un interés de 5% para pagar $468 por los próximos 25 años.
Si mantienes el préstamo original, terminarás pagando por tu hogar un total de $213,840 versus los $176,040 que pagarías mediante la refinanciación. Estamos hablando de un ahorro a largo plazo de $37,800 en el pago total o de 126 dólares más, cada mes en tu bolsillo.
A eso le restas un aproximado en gastos de cierre de $6,500 para finalizar con un ahorro sustancial de $31,300 en 30 años. Por donde quiera que lo mires, es una ventaja.
El autor es profesor universitario, asesor financiero y autor del libro: ¿Por qué somos pobres y ellos son ricos?
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